Para quienes formamos esta familia de exiliados en Madrid todos somos importantes y las bajas tienden a notarse, unas más que otras, claro. Hoy Jana emprende un nuevo rumbo personal y laboral lejos de aquí y sé que voy a echarla mucho de menos. Para empezar la historia ella fue quien me dejó dormir en su sofá durante tres semanas mientras yo encontraba un lugar donde habitar aunque siempre mantendré que a mi me echó de su casa su nueva televisión. Y también lo había intentado antes la bici. Fue a ella a quien atravesé el molde del bizcocho (ahora son de plástico) y juntos asistimos casi atónitos al día en que Paco fue gracioso. Sí, Paco ficus.
Pero lo que más echaré en falta de que ya no viva en Madrid es que siempre estaba dispuesta a ir al teatro, al cine, a una exposición o a cualquier plan que se preciara. Vista la experencia de estos años en Madrid, su presencia será irremplazable en este sentido. También echaré de menos sus comidas, cenas y bizcochos de chocolate o sus nuevas creaciones como los mejillones a la jana. ¡Y que no falten sus dos mudanzas anuales!
Espero que todo le vaya bien en Bruselas y después en Oxford donde tendrá para unos años. Iremos a verla, faltaba más. Suerte.
Adiós Espantapájaros. Adiós Hombre de hojalata ;) Dedicado el minuto 7:57
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