viernes, 12 de junio de 2009

La Rosa de mi corazón


Algo tendremos cuando se nos rompe tan fácil el corazón. Llevo unos días acrodándome de ti. Te echo de menos.

martes, 9 de junio de 2009

Cagadas planetarias



Comentó hace unos días la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín, que la coincidencia en 2010 de las presidencias de Zapatero en la UE y de Obama en USA sería un "acontecimiento planetario". Comentario tan bochornoso como indiscutible. En cambio sí sería un auténtico acontecimiento que no fuera terrestre, por ejemplo. O imagínese el amable lector que anunciara un acontecimiento "interplanetario", ¡la que se iba a liar!

Esto me hace pensar, una vez más, en qué cojones piensan los políticos para cagarla tanto y tan bien. Al menos, esta vez, resultó hilarante.

viernes, 5 de junio de 2009

A la mujer del vecino

Hacía tiempo que no te recordaba pero merced al pasado fin de semana, los recuerdos afloraron nuevamente en mi cabeza.
Desde aquel tiempo te mudaste de casa, te cambiaste de barrio y te perdí la pista pero sigues teniendo una canción con tu nombre. No sé aún si sigues siendo tú o lo que significaste, pero esta tu canción.



Enorme versión de su autor: Antonio García de Diego

jueves, 4 de junio de 2009

Intercesiones divinas


El lunes, mientras paseaba por Las Palmas de Gran Canaria (de esto ya hablaré) me llamaron Pichón y Dani. Iben camín a Cuadonga a dar gracies a la santina por la ayuda prestada al Sporting. Aunque durante años la majadera nos dio la espalda nos ha ayudado mucho ultimamente: Castellón-Vitoria, Valladolid y Huelva.

Dani tuvo un comentario brillante que no merece más que lo reseñe aquí publicamente:

"Sin entrenador y sin equipo y seguimos en primera. Esto tien que ser cosa de la santina".


Viví el partido en Lanzarote, gracias a la inestimable ayuda de un chigreru asturianu que nos compró el partido para que pudieramos verlo. Debo hacer exámen de conciencia porque no tiene sentido que lo pase tan mal viendo un partido por la tele. Ninguno. Solo que un día me dé un jamacuco. No pude ni disfrutar del logro porque tardé casi 2 horas en soltar la tensión, merced a un paseo con Tamayo por la costa de Arrecife.


Dicho esto, con milagros, ayudas, pánicos, risas o sufrimientos, el año que viene volveré al Bernabéu, Nou Camp o Sevilla con la cabeza bien alta y el ojete envaselinado para que vuelvan a darme bien por el culo. Y siempre con la cabeza alta y el corazón rojiblanco.