jueves, 23 de julio de 2009

Cuatro disparos al aire


Dos fiascos dobles. Eso suma cuatro tropezones. Pedro negó tres veces a Jesús y yo parece que busco lo mismo y no me acabo de dar cuenta que no me quieren ver ni en pintura.
Reconozco que no tengo el más mínimo espíritu competitivo, que no me siento en disposición de pelear con alguien por algo (y menos con 3.000 personas por 200 plazas), simplemente porque no creo ser mejor o estar más preparado que los demás. Creo que soy hombre de carreras largas, no un sprinter.
No es menos cierto que nunca he preparado estas pruebas como debiera y que en determinadas ocasiones los rechazos se han sustentado en razones de peso u otras cuya subjetividad resultó pavorosa.
Lo que en definitiva cuenta es que en el Idepa y el Icex me han dado cuatro buenas patadas en las posaderas. Dos por cada nalga.
No veo el día de medrar.

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