El lunes, mientras paseaba por Las Palmas de Gran Canaria (de esto ya hablaré) me llamaron Pichón y Dani. Iben camín a Cuadonga a dar gracies a la santina por la ayuda prestada al Sporting. Aunque durante años la majadera nos dio la espalda nos ha ayudado mucho ultimamente: Castellón-Vitoria, Valladolid y Huelva.
Dani tuvo un comentario brillante que no merece más que lo reseñe aquí publicamente:
"Sin entrenador y sin equipo y seguimos en primera. Esto tien que ser cosa de la santina".
Viví el partido en Lanzarote, gracias a la inestimable ayuda de un chigreru asturianu que nos compró el partido para que pudieramos verlo. Debo hacer exámen de conciencia porque no tiene sentido que lo pase tan mal viendo un partido por la tele. Ninguno. Solo que un día me dé un jamacuco. No pude ni disfrutar del logro porque tardé casi 2 horas en soltar la tensión, merced a un paseo con Tamayo por la costa de Arrecife.
Dicho esto, con milagros, ayudas, pánicos, risas o sufrimientos, el año que viene volveré al Bernabéu, Nou Camp o Sevilla con la cabeza bien alta y el ojete envaselinado para que vuelvan a darme bien por el culo. Y siempre con la cabeza alta y el corazón rojiblanco.